Es difícil entender el mundo actual sin las etiquetas. La mayoría de los productos que nos rodean están etiquetados. Gracias a ello conocemos de qué artículo se trata, de dónde procede, su composición, etc.
Sin embargo, el sector de la impresión de etiquetas, en el que lleva años trabajando Grupo Lappí, cada vez crece y se consolida más. Pero no siempre ha sido tan relevante en nuestras vidas. Tampoco es obra de la civilización moderna.
Podemos rastrear el origen del etiquetado si retrocedemos miles de años. La civilización fenicia, una de las primeras en desarrollar el comercio, comenzó a usar envases para transportar alimentos y otros productos. En esos envases realizaban ciertas marcas para distinguir unos productos de otros.
En el libro “Packaging: aprehender el envase”, de Alejandro Gandman, también se hace referencia a la existencia de etiquetas elaboradas con papiros. Éstas se colocaban en las vasijas. Gandman también se refiere a cómo los romanos utilizaron cierto etiquetado en sus productos y medicamentos.
Posteriormente, en China y Corea se ideó una imprenta con tipos móviles que, en ocasiones, se usaba para marcar envases. Sin embargo, no fue hasta el siglo XV cuando las etiquetas comenzaron su auténtica historia. Fue en el momento en el que Johannes Gutenberg creó la imprenta moderna.
Más concretamente, hay que vincular la historia de las etiquetas a la de la industria papelera. Ésta comenzó a desarrollarse en Europa en el siglo XVI.
Fueron los fabricantes papeleros los que comenzaron a usar los diseños en las etiquetas. El primero en hacerlo fue el fabricante de papel Bernhart. En el año 1550 usó las primeras fajas de papel con un diseño en el centro.
Sin embargo, aún habrá que esperar un par de siglos para que la etiqueta (y por ende, el etiquetado de productos) comience su expansión por todo el mundo.
Como nos recuerda Label Designers, hubo dos momentos claves para la industria de las etiquetas a finales del siglo XVIII. Por una parte, la aparición de la máquina de hacer papel en Francia. Por otra, la litografía, técnica de impresión que consiste en grabar un dibujo en una piedra o plancha metálica con el fin de imprimir copias del original.
A partir de entonces, el etiquetado de productos se extendió por todo el mundo. Sólo unas décadas después ya se usaban las etiquetas para marcar todos los tipos de envases: alimentación, cosmética, limpieza, medicamentos…
A mediados del siglo XIX, con la aparición de la impresión en color, el diseño gráfico comenzó a tener un gran protagonismo en las etiquetas. Éstas se convirtieron en un medio para atraer a los consumidores.
Entre las primeras empresas que apostaron por usar el diseño en sus etiquetas se encuentran los fabricantes de chocolates. Aunque no tardaron en unirse a ellos los fabricantes de bebidas, jabones, etc.
Hoy, la impresión de etiquetas es uno de los sectores con más proyección de futuro. Las etiquetas no sólo se han convertido en un reclamo para atraer consumidores, sino que suponen un valor añadido para los productos.
Las etiquetas son, actualmente, todo un medio de comunicación que las empresas y fabricantes usan para informar a los compradores. También para diferenciarse en un mercado cada vez más competitivo, para destacar.
En Grupo Lappí somos conscientes de ello. Por eso ofrecemos a nuestros clientes una gran variedad de soluciones gracias a la impresión de etiquetas adhesivas, etiquetas de cola o sleeves y apostando por la I+D+i en todos nuestros proyectos.